A ver cuando se entera la Iglesia Católica que las religiones en un país laico deben ser tan solo para sus creyentes y que no deberían dar lecciones públicas y mucho menos lecciones políticas.
Las últimas declaraciones de La Conferencia Episcopal advierte de que “ningún católico coherente con su fe podrá dar su voto” a la ley del aborto en la cámara.
He de decir a estos, no ignorantes con la realidad, si no que le quitan importancia desde su trono que los POLÍTICOS CATÓLICOS TAMBIÉN MIENTEN, que los POLÍTICOS CATÓLICOS USAN CONDONES, que los POLÍTICOS CATÓLICOS SE DIVORCIAN, que los POLÍTICOS CATÓLICOS NOMBRAN A DIOS EN VANO, etc…
Pero también me gustaría recordar que igualmente LOS CURAS CATÓLICOS TAMBIÉN MIENTEN, USAN CONDONES Y NOMBRAN A DIOS EN VANO. Especialmente la Conferencia Episcopal.
Por tanto, antes de plantear lo que deban hacer los políticos católicos en la votación al anteproyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo, deberían plantearse si esos políticos son realmente católicos.
La ley “otorga la calificación de derecho a algo que, en realidad, es un atentado contra la vida”, dice la conferencia episcopal, mientras las niñas preñadas por curas abortaban en Irlanda.
Yo respeto las posturas del Partido Popular, como grupo político español con respecto a la ley, si bien puedo o no compartirla. Lo que no respeto es que la Iglesia se meta en la política, ya que yo no entro a sus parroquias a dar mis opiniones sobre sus actividades y su permisividad ante los atentados que ellos realizan.
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