Decía Eduardo Punset que está demostrado que en los círculos artísticos hay más creatividad que en los círculos científicos.
Eso se demuestra dentro de la capacidad de un estudiante de ciencias o ingenierías de conseguir un nivel de concentración y abstracción tal, que obvia muchos de los estímulos que le rodean para funcionar en su propio plano. En cambio, el ámbito de los artistas tan poco técnico favorece la absorción de todo lo que te rodea para ser más creativo.
Pues bien, yo fui uno de esos estudiantes de ingeniería que “supuestamente” tuve que aprender a concentrarme y abstraerme para conseguir aprobar.
En cambio me siento más identificado (como cualquier estudiante de ingenierías del mundo) con estos industriales que demuestran que si bien la estadística funciona a nivel estadístico, cada persona es un mundo, y cada ingeniero muchos más.
Un saludo para todos los que nos hemos sentido así.
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