Se dice que el cerebro no tiene una función expresa de comprender lo que ocurre a su alrededor, si no que más bien, lo que define al cerebro humano es su capacidad para poder predecir lo que va a ocurrir. Si seguimos este principio entenderemos que la inteligencia de un ser humano se mide en la velocidad y el acierto que tiene para poder predecir las cosas que suceden a su alrededor en base a su experiencia previa y capacidad de análisis.
Ayer 7 de Mayo, Laura y yo volvíamos de cenar por las calles del centro de Almería sobre las 11:30 de la noche, y todo estaba bastante desierto. Al girar una esquina nos encontramos un grupo bastante grande de jovencitos. Unos 20 chavales de unos 20 años... con lo grandes que son los chavales hoy en día.
Sin terciar palabra y de una forma tremendamente natural, ambos cruzamos al otro lado de la calle y permanecimos en un cómplice silencio hasta que los dejamos atrás.
Siguiendo el principio antes relatado, ambos predecimos una situación de peligro al encontrarnos de frente con un grupo grande de personas y por una calle solitaria.
¿Qué hubiese ocurrido si en lugar de un grupo de chicos tranquilos, realmente nos hubiéramos encontrado con esta situación?. Yo creo que me cago encima. ¡¡ Es que las multitudes dan miedo !!
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