Si, una auténtica vergüenza.
Resulta que en la localidad de Pozuelo de Alarcón en Madrid, el pasado domingo día 6 de Septiembre hubo graves incidentes. Y no graves como dirían en telecinco para subir la audiencia, sino realmente graves.
El pasado domingo, durante la celebración de las fiestas del municipio madrileño, un grupo de policías se dirigió a una zona en la que se celebraba un botellón en auxilio de un joven que fue agredido.
Cuando la policía se acercó, varios cientos de jóvenes se enfrentaron a la policía y durante varias horas protagonizaron altercados durante los que quemaron vehículos policiales y dañaron mobiliario urbano.
Video de Cuatro sobre los incidentes
Es más, unas horas después del inicio de los incidentes, un grupo de unos doscientos jóvenes intentaron atacar sin éxito la comisaría de policía. De tal calibre fueron los acontecimientos que tuvieron que llegar refuerzos policiales desde Madrid.
El resultado: 19 expedientes por agresiones, 4 por amenazas, 14 por personas heridas, 13 por incendios en mobiliario urbano y coches de policía y 18 por intoxicaciones etílicas. Diez agentes resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.
La auténtica vergüenza es que tras los incidentes, todos estos jóvenes han sido puestos en libertad. Los niños pijos, del barrio pijo atacan a la policía y tratan de entrar en comisaría y pagando 30 euros los dejan en la calle.
Me gustaría ver si realmente esto ocurriera en cualquier barrio más humilde que hubiese pasado. Vergüenza me dan los hijos, pero también las familias, que contando con un gran poder adquisitivo le den esta educación a sus hijos.
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